Dicho estudio, en el cual participó la Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga, España en colaboración con el Instituto Karolinska de Estocolmo, el CSIC y la Universidad de Zaragoza, tomó como base más de 2.000 menores españoles de entre 13 y 18 años.
A todos ellos se les realizaron pruebas de inteligencia a efectos de evaluar sus habilidades verbales, numéricas y de razonamiento.
También se investigó el nivel educativo y profesional de los padres, dentro del cual los investigadores incluyeron tres categorías: directivo, trabajador cualificado o no, en paro o ama de casa que se clasificaron como alta, media y baja.
Además se tomó en cuenta, si la formación de los alumnos se llevaba a cabo en colegios públicos o privados.
Según releva el trabajo, difundido por El Mundo de España, "las habilidades cognitivas o la inteligencia en la adolescencia predicen de forma importante la salud física y psicológica de un menor en un futuro"
Y continúa: "además, los logros académicos se relacionan con variables positivas desde el punto de vista psicológico, como tener una mejor autoestima. Sin embargo, gozar de un menor intelecto en la infancia está asociado con problemas de ansiedad en la edad adulta".
Los resultados
Según concluyen los investigadores, "la probabilidad de que los adolescentes tuvieran un alto rendimiento cognitivo y sus padres tuvieran un nivel educativo alto fue de entre 1,6 a 1,7 veces superior al de aquéllos con progenitores con bajo nivel formativo."
"Del mismo modo -añaden- las posibilidades fueron de 1,8 a 2,4 veces mayores para los adolescentes con padres de nivel profesional elevado".
En cuanto a la esfera educativa, el trabajo determina que "la probabilidad de tener mayor capacidad intelectual era 1,5 veces mayor en los que asistían a centros privados en comparación con los que se instruyen en públicos".
Estos hallazgos confirman que los padres tienen un rol clave en el desarrollo intelectual de sus hijos. Los expertos señalan que "un mayor nivel educativo de los padres se relaciona con una mayor atención del hijo y con una mejor adquisición del lenguaje y de la memoria".
Del mismo modo, los factores socioeconómicos comprenden otro aspecto de los que más influyen sobre el lenguaje y la memoria.
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